miércoles, 30 de junio de 2010
¿LOLO?
Hoy me he encotrado por la calle a Salud.
Iba con un perrito yorkshire y su cara era de completa felicidad.
Me he parado y le he preguntado cómo se había decidido a tener perro.
Me ha comentado que después de muchos años, ha decidido volver a compartir su vida con este magnífico animal porque ¿como resistirse a esa mirada fija, a esa expresión de cariño, a la producción de endorfinas de manera gratuita? (Los estudios demuestran que las endorfinas son capaces de inhibir las fibras nerviosas que transmiten el dolor, además de actuar a nivel cerebral produciendo experiencias subjetivas, que son sensaciones intensas, bien conocidas por los deportistas como son la disminución de la ansiedad y la sensación de bienestar.)
Lo que no tenía aún decidido era el nombre: Lolo, Curro o Tango.
El que iba ganando posiciones era Lolo.
Mientras hablaba con ella, yo asentía porque Rocki proporciona a mi familia muchas cosas positivas.
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