martes, 8 de junio de 2010
CARACOLES
Mi madre es una magnífica cocinera.
No sabría cuál de sus platos es el mejor, pero hoy quiero que conozcáis sus caracoles.
Antes los compraba y dejaba varios días con harina "espurgándose".
Actualmente vienen muy limpios, porque son de criaderos, y sólo necesitan lavarlos y lavarlos, pero no la harina de antaño.
De siempre ha utilizado una "muñequilla" o bolsita de trapo, con todas las especias necesarias, para evitar que se "desparramen" y resulten molestas a la hora de comerlos.
Cuando preguntábamos: ¿qué vamos a comer hoy mamá? y nos respondía: sopa de caracoles, la boca se me hacía agua sólo de pensar en ese plato hondo mitad de caracoles ( con su caldito oscuro) y mitad de rebanadas de pan con su "chorreón de aceite".
Qué cosa tan buena.
Rocki no ha tenido la oportunidad de comerlos porque su principal valedor en el tema de la comida, mi marido Jose, no los trabaja.
Él se lo pierde.
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