HOMENAJE A MI TATA MARÍA
Siempre ha estado presente en mi vida.
Mi tata, a principios de años, compraba la suya, blanca y de barro y la llenaba, pacientemente para llevarla en Navidad a su casa en Sevilla, donde la rompía y entregaba lo ahorrado a su hija y nieto.
Ella la llamaba "arcancía".
Mi padre siempre tenía varias. Fundamentalmente aprovechaba las latas de sus pelotas de tenis.Cada una estaba destinada a un tipo de monedas.Sigue con su costumbre en la actualidad.
Él las llama "salvaoras".
Yo, como no podía ser menos, también continúo con la tradición.
Rocki, evidentemente no tiene hucha. Él no ahorra nada. Derrocha cariño a lengüetazos.
domingo, 16 de mayo de 2010
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