domingo, 18 de julio de 2010
ZARCILLOS
Cuando nacía una niña en mi ciudad, hace algunos años, casi lo primero que se hacía eran los "agujeritos" en los lóbulos de las orejas para recibir los zarcillos que con seguridad le regalarían sus más allegados.
Yo los tengo desde siempre.
Con el paso del tiempo, mis hijos, varones, también se perforaron sus orejas, con más de un agujero, y en la actualidad, al menos "mi mayor" sigue portando zarcillos.
Volviendo a mi infancia y a la época de verano, cuando mi madre compraba las ricas cerezas, mis hermanas y yo almorzábamos con ellas de zarcillos.
He recordado esa estampa hace unos días cuando fui a comprar fruta y me vendieron racimos triples de cerezas.
A Rocki no le gustan. Están demasiado dulces para él y por supuesto desconoce lo que es un zarcillo.
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