Precisamente en Puebla de Guzmán, se subastan los pendones para que los afortunados "mayordomos" contribuyan a la Romería con sus aportaciones económicas, gastronómicas y de hospitalidad.
Mi cuñado Antonio, hace unos años, también fue digno poseedor de pendones y el privilegio se extendió a su mujer, la tía Mamen, que pudo vestir de "gabacha" traje tradicional de la localidad y que sólo puede ser portado por quien ese año ha tenido el honor de coger los pendones.

Invito a quien no conozca el Andévalo, comarca de Huelva, no deje de visitarla, así como sus ancestrales costumbres.
Rocki, de pendón, no tiene nada.
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