Al leer en la prensa de hoy que el Ayuntamiento de Jerez desconoce el paradero del pendón de la ciudad desde 1991, he recordado uno de los muchos significados de esa palabra.
Precisamente en Puebla de Guzmán, se subastan los pendones para que los afortunados "mayordomos" contribuyan a la Romería con sus aportaciones económicas, gastronómicas y de hospitalidad.
Mi cuñado Antonio, hace unos años, también fue digno poseedor de pendones y el privilegio se extendió a su mujer, la tía Mamen, que pudo vestir de "gabacha" traje tradicional de la localidad y que sólo puede ser portado por quien ese año ha tenido el honor de coger los pendones.
Invito a quien no conozca el Andévalo, comarca de Huelva, no deje de visitarla, así como sus ancestrales costumbres.
Rocki, de pendón, no tiene nada.
viernes, 16 de julio de 2010
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