Después de la tempestad llega la calma.
La roja fue recibida en Madrid en loor de multitud.
A las 12 de la noche todavía no había acabado la retransmisión de todo lo que a su alrededor sucedía.
Mañana, el debate del Estado de la Nación, nos devolverá a la cruda realidad.
Quien no sufre esos altibajos emocionales es Rocki, encantado de la vida perruna.
PUNTO Y APARTE:
El que disfrutó como nadie fue Álvaro del Bosque, la envidia de más de uno por poder estar tan cerca de los héroes. Su padre cumplió su promesa y estuvo con los campeones no sólo en La Moncloa sino en el autobús.
martes, 13 de julio de 2010
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