Hemos pasado un día estupendo, riendo, llorando de alegría o emoción, cantando, discutiendo, prometiendo no tardar en reencontrarnos...
Hemos comido "de gloria": unas magníficas gambas de Huelva compradas por mi cuñado Alfonso; unas sardinas y caballas asadas por Pepe; una ensaladilla de gambas hecha por Pepa y unos dulces de Moguer que compramos Jose, los niños y yo.
Todo regado con buenos vinos y copita de gintonic para hacer bien la digestión.
Rocki ha permanecido solito en casa porque no tiene buena sintonía con el perro de mi cuñada Maricarmen, Patxi, que es bueno, bueno, pero muy grande al lado de él.
Otro día vendrá para completar el cuadro.

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