Recortaron su maravilloso pelaje, sus uñitas,sus bigotes, pelitos de las orejitas...
Débora lo trató con el mismo cariño de siempre y él se lo agradeció a lametones.
Se porta estupendamente y al llegar a casa recibió su premio.

NOTA: Lo pasamos divinamente en el cambio de década de mi amiga Concha que no paró de bailar en toda la velada.
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