Siempre he intentado inculcar a mis hijos el respeto hacia los demás y al trabajo que realizan.
Es curioso pero Rocki, que como sabéis es un perro, respeta a todos los miembros de la familia sin que nadie le haya enseñado nada.
Si José Carlos está estudiando, lo contempla desde su altísima cama.
Que Dani está "enchufado" a su ordenador,se coloca a sus pies.
Jose trabaja preparando su curso y otros documentos, lo mira desde un sofá cercano. Si yo decido quedarme en casa para poder acabar lo que no puedo hacer en el despacho, me mira, remira, pero nunca me inoportuna.
Eso sí. Cuando calcula que ya es hora de ir dejando de trabajar, busca cualquiera de sus innumerables juguetes y ¡a jugarrrrrrrrrrrrr¡.
jueves, 22 de abril de 2010
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