lunes, 26 de abril de 2010
FERDINANDO
Uno de los cuentos preferidos de mi hijo José Carlos era "El Torito Ferdinando". Lo recitaba prácticamente de memoria. No sé si lo recordaréis pero trataba de un toro que era enviado a la plaza de Madrid y en lugar de envestir al torero se quedaba embelesado oliendo las flores que el público lanzaba al "diestro" pues le recordaban las del prado donde vivía en libertad: "...ummmmmmmm el perfumeeeeeeee de las floressssssssss".
A Rocki le encanta pasear y oler las flores, como al torito de la oscarizada película de los años 30.
También me pide que lo coja en brazos para oler las que José Carlos me trajo cuando desmontaron los pasos de nuestra Hermandad de Los Estudiantes y que he secado para que permanezcan para siempre en mi casa.
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