miércoles, 15 de septiembre de 2010
NUDOS
Cuando he llegado de mi trabajo y mientras se hacía la comida de mañana, me he dedicado a desenredar a Rocki pues lo tenía un poco abandonado.
Es un perro buenísimo; se deja hacer por mí lo que sea porque "tiene una confianza plena" y porque siempre recibe su premio.
Su pelo se enreda con suma facilidad pues es muy fino pero no hace un mal gesto cuando siente el peine.
Ahora está descansando en el sofá, boca arriba, durmiendo plácidamente.
¡Qué vida más perra¡ Me apunto para la próxima.
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