jueves, 2 de septiembre de 2010
MAMAO
En Río de Janeiro todos los días desayunaba mamao.
El sabor y tamaño de la fruta tropical es muy distinto allí que acá.
Tuve la oportunidad de comprar un auténtico mamao en el mercado de la Boquería en Barcelona, de la mano de una amiga que vivía alli aunque había pasado la mayor parte de su existencia en Brasil.
En su casa, para comenzar el día, no faltaba mamao cortadito en un recipiente adecuado para ello.
Rocki no ha tenido la oportunidad de probarlo pero estoy convencida que le encantaría, conociendo como conozco su buen paladar.
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