
He comido con Jose, mis hijos y mis amigos Juanma y Tere en un bar llamado Picoteo que está cerquísima de nuestra casa.
A sus dueños, Manolo y Cinta, los conocemos desde hace bastante tiempo.
Son jóvenes empresarios, emprendedores y trabajadores incansables que intentan sorprender a sus clientes con tapas originales.
La estrella, sin lugar a dudas, es una ensaladilla de rosada y gambas, descubierta y solicitada, siempre que va, por mi amiga Charo.
Me gusta, también, porque Rocki puede venir con nosotros cuando encontramos sitio en la terracita.
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