MADRID

Este fin de semana hemos estado Jose y yo en Madrid en casa de mi amiga Marga.
Lo hemos pasado estupendamente con ella y Alfonso, su marido.

Después de visitar el sábado La Granja de San Ildefonso, Segovia y El Espinar, dedicamos el domingo a pasear por Madrid, algo que nos encanta y que nos deparó sorpresas, como el cambio de ubicación del oso y el madroño.

En la Plaza Mayor compré a mis hijos unos "pins" en el tenderete que un ciudadano ruso monta en una de las esquinas. Siempre que voy me gusta pararme allí.

Esta vez Rocki también ha tenido un regalito: en la Rosa Negra le compramos un patito que le ha encantado. Desde que me vio con la bolsa sabía que era para él.
No podéis imaginar lo que está disfrutando con él y cómo lo demuestra con sus carreras y ladridos.
Su ruidosa pero maravillosa presencia es todo lo contrario a la silenciosa y bonita imagen de Brandy y Jodie, los preciosos gatos de Marga con los que hemos aprendido a convivir en Madrid. Una nueva experiencia pues los felinos nunca han estado entre los animales de mi gusto.
Hemos conseguido entrar a formar parte de su manada.